Desde 1990 a la fecha muchos
minutos de silencio, como un homenaje, han pedido los parlamentarios para
diferentes personajes (algunos nefastos), pero jamás para quienes dieron su
vida por derrotar a la tiranía cívico-militar encabezada por Pinochet. Por el
contrario, aludiendo al famoso “espíritu republicano”, la Concertación primero,
y la Nueva Mayoría después, han olvidado por completo que alguna vez
aplaudieron las acciones del MIR, del FPMR y del Movimiento Juvenil Lautaro,
pero claro, no faltaba más, había que adecuarse a los “nuevos tiempos”, a los
tiempos de la hipocresía y el eufemismo, de la poltrona en el parlamento. De la
crítica desde la comodidad de un sueldo millonario. A lo mejor interpretaron al
pie de la letra aquella frase de Feuerbach que versa: “Cada
hombre piensa según lo que come y no se piensa igual debajo
de un palacio que debajo de una choza”, y hoy, y disculpen la
vulgaridad, aquellos que en los ‘80 comían completos en la esquina de alguna
población, disfrutan de los pasillos faraónicos y de las delicatesen que les ofrecen en la mole que cobija al Parlamento. Entonces,
los minutos de silencio solo son para los elegidos del sistema, para los que
negaron y seguirán negando al sector más digno de nuestra historia, a los
militantes del FPMR, MIR y Lautaro, para ellos, como un homenaje, no un minuto
de silencio, si no que infinitos minutos de gratitud…, hoy, mañana y para
siempre…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario