
El volumen lo componen setenta y cinco fábulas y leyendas de
diversa temática. Aquí les presentamos dos de ellas:
EL AVARO
Cada día el sapo alargaba su hocico y mordía un poco de
tierra.
“¿Por qué eres tan delgado” –le preguntó un día una chinita.
“Porque siempre tengo hambre” –respondió el sapo.
“¡Pero si sólo te
alimentas de tierra! –exclamó el gentil insecto-. ¿Por qué no comes hasta la
saciedad?”
“Porque un día –dijo el avaro con tono lastimero- también la
tierra podría acabarse”.
LA ARAÑA Y LA ABEJA
Cierta mañana de primavera una abeja operaria iba de flor en
flor en busca de polen. De pronto, saliendo de una corola, cayó en la red de
una araña. Oculto dentro de una hoja, el pequeño arácnido se alegró y acudió.
“¡Sois una traidora!” –le gritó la abeja-. “¡Tendéis tu
trampa para asesinar al que labora!”.
La araña se acercó todavía más, y la abeja, volviéndose,
intentó atacarla para enterrar su largo aguijón en el abdomen de la araña.
Mas, la araña lo esquivó a tiempo y le saltó encima.
“Abeja, ¿con qué derecho osas juzgarme?” –le respondió
manteniéndola cautiva. “Sois como el fraude: la miel en los labios y el veneno
acechando”.
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