Se cuenta
que cuando al poeta Vicente Huidobro le preguntaron qué opinaba sobre el libro
“Veinte poemas de amor” de Pablo Neruda, respondió: “para tangos me quedo con Gardel”. Hoy no podemos saber cómo
habrían sonado los veinte poemas acompañados con una melodía tanguera, pero sí
podemos asegurar que las letras de Gardel y otros compositores de tangos han
maravillado al mundo durante décadas. Las letras de los tangos perfectamente
podrían editarse como un volumen de poemas, pues lo son en esencia y estructura.
Los poetas del tango bien merecen un lugar destacado junto a sus pares líricos,
trágicos y épicos.
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