La llamada, ampulosamente, por
los historiadores afines a la oligarquía chilena, Guerra del Pacífico, no fue
otra cosa que la Guerra del Salitre, impulsada por el imperialismo inglés para
aumentar sus ganancias – y las de los mercaderes chilenos- a costa de la extrema
explotación de los mineros, fuesen éstos de la nacionalidad que fuesen. En esa
guerra Bolivia perdió el mar por la fuerza de las armas; es decir, le fue
arrebatado parte de su territorio ilegítimamente. Tan sencillo como eso.
En aquella ocasión el pueblo chileno fue obligado a empuñar las armas
contra un pueblo hermano, la mayoría no quería ser partícipe de guerra alguna;
salvo, claro está, aquellos compatriotas chovinistas, esnobistas, racistas,
siúticos y pechoños, que deben haber sido los antepasados de quienes casi un
siglo más tarde apoyaron el golpe militar de 1973 y votaron por el Sí en el
plebiscito de 1989. No me cabe duda. Yo creo que Bolivia debe tener una salida
soberana al mar. Estoy convencido de ello. Sólo creo en la soberanía de la
integración de los pueblos latinoamericanos, en la soberanía de ejercer el
derecho a liberarnos del yugo de las castas políticas que detentan el poder en
nombre de ellos mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario